Paradójicamente no “debería” afectar negativamente y si positivamente, esto quiere decir, que la relación tendría que mejorar si hay más ingresos económicos, ya que para desdicha del amor, el pilar mayor de las relaciones de pareja se lo a asignado a lo económico, cosa que es sumamente contradictorio.
La lucha de poder social, contamina las relaciones de pareja y las relaciones de poder que existen actualmente en la sociedad convencional también afecta y comparte su malestar en las relaciones de pareja.
Es muy importante destacar que al igual que en otras ocasiones recalco la individualidad de la interacción de pareja, cada pareja es única, pero como vivimos en una realidad social, muchas personas intentan reconocerse y pertenecer, imitando modelos asignados por la sociedad, si cada pareja se propone construir una relación solida, que crezca, mejore día a día, etc, todo esto con una perspectiva propositiva, el hecho de que uno u otro sea el que gane más o menos recursos no va a afectar, pero si lo que se usa es el poder del dinero para conquistar y seducir y se piensan “que te quieren mas si aportas mas”, ahí puede verse afectada la relación en la que ella gane más dinero que él, porque al aportar menos se podría pensar o suponer que se tiene menos poder o se lo quiere menos, cosa que no es de esa manera si la relación está fundamentada en amor, pero si está basada en las creencias sociales, la relación va evidenciar las fisuras del caso, y los malestares se manifestaran en cambios de conductas y discursos, a ellos se les dicen que son los proveedores da la casa, y a ellas se les dice que son las que administran el recurso que el trae a casa, esa es la voz social convencionalmente mayoritaria, si decidimos romper con el mito y construir relaciones sociales de pareja basada en amor y afecto que se desarrolle integralmente, les toca blindar esa relación frente al ataque de el entorno social, y comprometerse día a día a dar lo que cada uno pueda y no verlo desde la cuantía, quien da más o menos o si dan igual, sino que lo que damos es lo que queremos dar y no está condicionado a que es comparativo a lo que el otro da, así no se compite por dar más y si alguien siente que está dando más, no solo en lo económico o está recibiendo menos, aclararlo y así no dejan al plano de las especulaciones y de las decisiones ajenas a la relación, serán los dos miembros de la relación los que decidan que roles se asignan dentro de ella, como trabajan, cuando lo hacen, como se aman en todos los aspectos.
Un punto interesante aquí es que la relación sexual de pareja suele verse afectada cuando esto no es bien manejado, pónganle ganas a salir de los formatos y construir su propia forma de amarse, con respeto y amor, en complicidad conquistándose a diario con amor del bueno.
Autor: Gino Escobar Tobar
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