Mi hija acaba de convertirse en señorita y yo soy un padre soltero que fui abandonado por la madre de ella, no sé cómo enseñarle de esto. Tampoco tengo hermanas (tías) que la guíen. ¿Cómo debo tratar a mi hija ahora con respecto a este tema? Tengo un hijo más que es pequeño. Atte. Fabian.
Existen mitos y tabúes con relación a quien tiene la responsabilidad de la educación sexual integral de las hijas e hijos, se dice: “que la madre tiene que enseñarle a la hija y el padre al hijo”; esto es una voz popular que no es apegado a la realidad natural y humano del desarrollo de las niñas y niños, la educación se da en el momento que preguntan y eso no está supeditado a que sea madre o padre, coincidencialmente se daba el caso que antes las madres pasaban más tiempo con sus hijos, esto es algo que está cambiando. El reconocer que no se sabe cómo hablar de sexualidad ya es un paso, lo que hay que eliminar son los justificativos que anota, el no tener hermanas o que la pareja no esté a su lado, eso no contribuye a la necesidad de conocer que está pasando en el desarrollo biopsicosocial de la señorita que ya experimento su menarquía (primera menstruación) y está madurando sexualmente en la parte fisiológica aunque aun quede mucho camino por recorrer en la parte psico-afectiva.
Si existe en usted como padre "vergüenza" en tratar el tema de la sexualidad integral responsable, que no solo tiene que ver con reproducción y enfermedades de trasmisión sexual, sino con todo lo que es ser humano, desde que se nace hasta que se muere; el cómo relacionarse para construir relaciones saludables de pareja con amor, afecto y el placer sexuado responsable. Reconocer que no sabía usted de esto porque no le pareció que era importante o porque no sintió la necesidad, es asumir la responsabilidad de ahora querer aprender junto con sus dos hijos, ir a una biblioteca y empezar a leer juntos sobre el tema les da oportunidad de comunicarse, también por su cuenta puede ir a centros especializados y recibir asesoría, los miedos no son buenos consejeros en estos casos, hay que dejarlos ir y asumir una posición responsable con amor y si algo no se sabe seguro se puede aprender, este es el momento, inclusive preguntarle a su hija si lo ayudaría a salir de la ignorancia sobre el tema de sexualidad es un paso más para afianzar el rol de padre afectivo y efectivo.
Ser cabeza de una familia monoparental masculina no es nada salido de este mundo, si la relación no se consolido con la madre de su hija, es mejor separar los roles, porque si ella aprende desde el "resentimiento", que se puede estar manejando al asumir abandono por parte de la mama, se formara un criterio deformado de lo que son las relaciones de pareja y familia; una cosa es ser pareja y otra es construir roles de padres y madres en familia, se puede no querer ser pareja de alguien, pero familia de alguien siempre se es, el desarrollo de los vínculos afectivos es un proceso que no es espontaneo sino que se coconstruye en la interacción entre los padres y madres e hijas/os, angustiese menos si la madre biológica no asumió el rol afectivo, el peso que se suele cargar por pretender que los padres asuman roles para los que no están preparados esta mas asignado a los hombres, pero en su caso es parte de las nuevas estadísticas que también hay mujeres que no asumen el rol que se ”supone deben ejercer”, eso no los hace malos seres humanos, ineficientes tal vez en asumir las responsabilidades sociales parentales y existen sanciones sociales y legales para ello, pero no se permita cargar con un sentimiento negativo culposo, estos comportamientos se desarrollan casualmente por una ineficiente educación sexual integral en la infancia y adolescencia que es en donde se estructura la mayor parte de nuestra personalidad, y en la selección de la pareja pesan más los argumentos biológicos hormonales y sociales que los psicológicos afectivos, cuando son los últimos nombrados los que nos permiten consolidar relaciones duraderas de pareja y de familia; no existen escuelas para ser padres, lo que hay es asesoría para fortalecer o desarrollar mejor los roles parentales y es en el ejercicio desde que nacen nuestros hijos que vamos aprendiendo a ser padres y son ellos los que nos gradúan con honores o….., así que de ustedes depende dar un giro a los mitos y creencias y con el amor como argumento y las ganas de mejorarse a aprender juntos sobre sexualidad integral responsable, comunicándose y auto-reconociéndose, los padres no son dueños de la verdad ni lo saben todo y eso es lo bueno de el ejercicio de ser padres, que nunca se termina de aprender y en donde nuestros hijos son los mejores Maestros.
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Autor: Gino Escobar Tobar
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