Todos los días hay alguien que eleva una queja en forma de pregunta a
su pareja, sus hijos, sus familiares o amigos en general, que reza como dice el
título, si revisamos nuestro interior el creer en los demás es solo un reflejo
de nosotros, las personas muchas veces no cumplen sus promesas, no llenan
nuestras expectativas, no hacen lo que nosotros quisiéramos que hagan, pero eso
no es una excusa para dejar de creer en ellos, el que no entienda algo no
quiere decir que mi amor disminuya, el amor que genera la credibilidad no se
desgasta, cuando decimos que vamos a dejar de creer en la humanidad por los
eventos que creemos son negativos a sus y nuestras vidas, estamos contribuyendo
a que el amor quede de lado. Muchos seres humanos que leen estas líneas dirán:
¡Suena lindo pero en la práctica es diferente!
Así como nosotros queremos
encontrar la excusa en los actos de los demás para dejar de creer y mentirnos a
nosotros, habrán otras personas que busquen en nuestros actos la excusa para
dejar de creer, eso solo está justificando que es más fácil buscar excusas para
dejar de amar que trabajar día a día en cultivar nuestro amor sin medir lo que
estamos recibiendo, esto no es un llamado de atención para mis amistades que me
premian con su lectura, es más bien una reflexión para contagiar ese amor con
el que nacemos y que a veces creemos que debe ser retribuido por los demás, si
nos amamos es más probable que contagiemos el amor, si dejamos de amarnos
contagiaremos lo que sentimos. Si llegásemos a discrepar con las personas que
amamos, invitémonos a mirar nuestra posición en las relaciones con los demás y
luego invitemos a los demás a que nos ayuden a sentir como es estar en estas
posición, esto nos dará tiempo a entender que cada ser humano mira, escucha y
siente desde su posición, lo rico de amar es que los espacios se comparten en
común acuerdo y no por obligación ni por obediencia, es por AMOR
que entrego lo que quiero.
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Autor: Gino Escobar
Tobar
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