Muchas personas buscan blindar su relación, cual
joya preciosa, en este intento muchas ocasiones terminan asfixiándola y “sin
querer queriendo” sobreviven en el tiempo pero con una mala calidad de relación
por no recibir los nutrientes que la interrelación con el mundo exterior le da
a una relación saludable de pareja.
Para poder proteger sin que sea el miedo que gobierne
la relación hay que mirar dentro de la misma, no es solo que desde fuera vendrá
la aparente amenaza en una relación de pareja, en el mayor números de casos
estudiados la ruptura y falta de duración de la misma, los lazos que pueden
atarlos o consolidar las bases, se estructuran en mayor numero entre las dos
personas.
Si ambas personas están decididas conscientemente y sin sentir
presión u obligación social a casarse o porque ya se le está pasando el tiempo
y no se quiere quedar solo o sola, si se descartan excusas para compartir y se
decide desde el sentirse libre, así vamos a empezar con buen rumbo una relación
de pareja, esto es lo ideal, lo real es que cargamos con una serie de creencias
de cómo y porque tenemos que formar una relación estable de pareja, entonces
hay que empezar trabajando con ello, descargarse de las creencias y mitos que
arrastramos, esto se recomienda hacer en la parte preliminar a consolidar el
compromiso, antes de casarse por los rituales establecidos, eliminar la culpa y
la vergüenza, dialogar sobre su sexualidad y actuarla sin miedos y sin sentirse
presionados a hacer algo que no queremos o desconocemos, con la posibilidad de
explorar juntos al sentirnos seducidos e invitados; estar dispuestos a aprender
juntos sin competir entre las personas que forman la relación, evitar al máximo
las comparaciones personales y de la relación, que es única como lo son
ustedes, no se parece ni se parecerá a la que tuvieron los padres de nadie.
Elegir juntos sus amistades y siempre actuar como cómplices, el amor es el
componente adecuado para generar paciencia y compromiso consigo mismos y con
los demás, darle oportunidad a lo incierto del mañana sin aferrarse a planes
muy rígidos que puedan generar conflictos o discusiones en caso de no poder realizarlos,
pero sobre todo hacer todo con amor propio y compartido, sin pretender cambiar
a la persona que decimos amar ni aceptar todo lo que se hace por el solo hecho
de amarlos, señalar nuestros defectos antes que los de la persona amada y amar
a la pareja como a nosotros mismos.
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Autor: Gino Escobar
Tobar
Email: ginokevi@yahoo.com
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