En
una relación de pareja ¿se necesita ser obediente? O ¿se necesita tener la
habilidad de saber cómo invitar a compartir?
Dejamos
planteadas las dos interrogantes para ir sintiendo durante la lectura
como se acoplan nuestras emociones y al final compartirlo con la persona que
amamos.
Los
seres humanos hacemos las cosas que queremos hacer sea conscientemente o no,
cuando se nos pide que hagamos algo diferente a lo que estamos haciendo,
nuestro nivel de reflexión toma la consigna o petición y la procesa y decide,
algunos tomaran en consideración: quien lo dice?, como lo dice?, para que sirve
lo que dice que quiere que haga? Para que me sirve a mi o la pareja? Como
me siento con lo que voy a hacer? Etc. etc.
Todos estos cuestionamientos
no son una manifestación de desconfianza o falta de amor, es un proceso
biológico cultural al que nos enfrentamos todos los seres humanos, pero no
todos tendrán respuestas lógicas; es por eso que cuando se nos pide hacer algo,
nosotros no obedecemos nos sentimos obligados a hacerlo, el ejemplo más común
es el de los niños cuando juegan, si se les envía a hacer algo diferente muy
frecuentemente se los puede acusar de desobedientes, es por el contrario una
falta de habilidad de quienes dan las consignas para invitarnos a disfrutar lo
que se quiere que hagamos. La confianza para poder hacer las cosas que se nos
proponen se genera en el amor que tenemos en nuestro interior y entre los que
nos comprometemos, es mejor invitar a hacer la cosas que ordenar como si
fuese solo algo que me beneficie o satisfaga, como cuando nos dicen:
se tiene que hacer porque yo lo digo o porque así es como se debe hacer!.
Esto no nos invita a compartir y amar, genera resistencia a hacerlo.
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Autor: Gino Escobar
Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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