Esta fue una
interrogante que la plantea una lectora que ama a su pareja y que por sus
creencias religiosas ella se limita a disfrutar su vida sexual en pareja. El
aferrarse a una creencia sea del tipo que sea tiene una utilidad para quien lo
hace, más si eso atenta a otra creencia como en este caso el de consolidar su
vida en pareja, es algo que hay que meditar desde una posición imparcial y sin
dejarse manipular por las voces externas que podrían sugerir una u otra
decisión. Las filosofías religiosas no tiene mayor reparo en la práctica sexual
de la pareja, por el contrario la fomentan y promueven, mas no así algunas
religiones que establecen reglas para ellas, es diferente sugerir que ordenar,
y es ahí donde las personas que practican alguna religión se ven atrapadas, inclusive
hay regentes de religiones o cultos que desde su prédica confunden a sus
seguidores con parámetros muy personales sobre la práctica de algunas
posiciones sexuales o de formas de expresión sexual en las que se argumentan
son pecaminosas o van en contra de lo que dispone Dios, generando culpa en
quienes lo hacen.
Para no conflictuarse es mejor que los miembros de la relación de pareja dialoguen al respecto y valoren juntos lo que ellos se permiten hacer, pensar o decirse en el encuentro sexual, ir desde la coherencia personal hasta coherencia social es algo que les permite no generar fricción entre la decisión voluntaria de adoptar una fe religiosa y su práctica sexual de pareja, lo que juntos se permitan y que no lastimen sus cuerpos y no sientan que se sientan incómodos con sus creencias, está permitido todo, cuando son más fuertes sus creencias y el valor de la relación no lo es, entonces es más probable que se esfume la segunda. No vale permitirse manipularse ni manipular por creencia alguna sea científica o religiosa para mantener una actividad sexual placentera, es cuestión de decisión consciente de ambos hacer lo que quieran en su vida de pareja si juntos así lo deciden y son cómplices en lo que piensan, dicen y hacen Con Amor propio y compartido.
Para no conflictuarse es mejor que los miembros de la relación de pareja dialoguen al respecto y valoren juntos lo que ellos se permiten hacer, pensar o decirse en el encuentro sexual, ir desde la coherencia personal hasta coherencia social es algo que les permite no generar fricción entre la decisión voluntaria de adoptar una fe religiosa y su práctica sexual de pareja, lo que juntos se permitan y que no lastimen sus cuerpos y no sientan que se sientan incómodos con sus creencias, está permitido todo, cuando son más fuertes sus creencias y el valor de la relación no lo es, entonces es más probable que se esfume la segunda. No vale permitirse manipularse ni manipular por creencia alguna sea científica o religiosa para mantener una actividad sexual placentera, es cuestión de decisión consciente de ambos hacer lo que quieran en su vida de pareja si juntos así lo deciden y son cómplices en lo que piensan, dicen y hacen Con Amor propio y compartido.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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