MI HIJO EMPEZÓ MUY MAL EL INICIO A CLASES. NO QUIERE ESTUDIAR POR NADA
DEL MUNDO. FINGE ESTAR ENFERMO PARA NO IR. NOS HA DICHO QUE NO LE GUSTA
ESTUDIAR. QUÉ PODEMOS HACER?
Respuesta:
Gracias por la
confianza depositada en nosotros, si ese Hijo que aman es fruto del proyecto de
familia que ustedes están ejecutando como madre y padre, entonces hay que
revisar el discurso que manejan y que está acompañando su inquietud, hay una
visión catastrófica que acompaña su comentario, me permito sugerirle que lea su
pregunta y le saque el miedo depositado ahí, eso va a permitir dar un gran paso
en el ejercicio de sus roles parentales, cuando se enseña desde el amor todo lo
que ocurre es una oportunidad para ser mejores seres Humanos. Viendo,
escuchando y sintiendo con amor ¿Cómo
dirían ustedes lo mismo que está planteando? Y podría empezar diciendo:
“Para lo que nosotros esperábamos de nuestro trabajo como padres, el hijo que
la vida nos encargó está resistiéndose a cumplir nuestras expectativas” así le
quitan el peso culposo al ejercicio de hijo y se permiten ejercer el rol de
responsabilidad integral frente al ejercicio de su vida como madre y padre,
luego se cuestionan conjuntamente con su hijo: ¿para qué le sirve el actuar así?
Hay una serie de supuesto que puedan estar manejando frente a esta
situación que están viviendo, lo mejor es que la exploración no sea desde el
creer que lo sabemos todo, sino desde el principio de la ignorancia, es más lo que
desconocemos de lo que sabemos, así que no será nada falsa esta apreciación,
aunque el peso de las creencias suele presionar a las madres y padres a creerse
el cuento que tiene que saberlo todo y estar en todo.
Poner en el
escenario de la comunicación familiar un cuestionamiento en la forma de actuar
que pudiese estar contribuyendo a la actitud del niño, esto permite fluir los
niveles de responsabilidad e ir descartando factores pre-disponentes a temas de
malestares afectivos personales y/o familiares, además si no va por ahí la
razón y es algo en la escuela saldrá a la luz más rápido, siempre y cuando
existan niveles de confianza en su hogar, si no existe un buen puente
comunicacional o reglas demasiados rígidas y manipulativas de parte de las
actitudes familiares, el niño podría usar la evasión o distorsión de la
realidad para no sentirse acosado con tanta preguntadera, esto es algo que ya
se toma como un aporte a la familia para mejorar aquello que es un impedimento
en la comunicación intra-familiar. Con el amor como aliado las disculpas fluyen
del corazón metafórico de cada uno y con emociones positivas lo que se veía
como problema se transforma en oportunidad, el síntoma que se suele describir
trae consigo la solución.
Para finalizar,
una vez afinado su entorno familiar y coconstruido el puente comunicacional
adecuado con amor, se podrá decidir conjuntamente como afrontar la situación
que antes se veía como catastrófica, si es un tema de la familia, del hijo, de
la escuela o es una mezcla de todo, al eliminar la culpa y el miedo van a tomar
soluciones saludables como familia que se aman y lo que persiguen es
desarrollar un proyecto de vida basada en amor y responsabilidad, solo es
cuestión de afinar ese proyecto con el aporte proporcional que cada uno da.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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