El amor es la semilla que hace florecer todo lo que nosotros los seres humanos nos propongamos, pensar en el AMOR como una parte de algo es reducir la complejidad del amor, el amor es todo y todo es amor, al decir complejo no es decir difícil, lo que quiero decir es que no es solo la idea que tengo o tenemos de: ¿qué es el amor?, ¿cómo se expresa el amor? ¿En qué momento es el que se debe dar el amor? ¿Cuánto de amor se tiene que dar para ser feliz y hacer feliz a la persona amada? Y así todas las preguntas que ustedes puedan hacerse, son validas para entender la complejidad del amor; esto hace que la semilla de las relaciones de pareja se pueda afianzar en el terreno que cada miembro tiene para consolidar y llegar a concretar el matrimonio y sostenerlo.
Hay que considerar que el termino matrimonio es la asignación social que incluye rituales para formalizar ante el entorno en que se habita y en el caso de el matrimonio eclesiástico, ante la iglesia y Dios, la pareja puede estar consolidada con la semilla del amor que trae consigo el afecto y el afecto la comunicación, les permite a quienes poniéndose de acuerdo en un acto de complicidad consolidar su relación de las formas que ellos escojan, así el matrimonio es parte de esta complejidad en donde no se puede descalificar los rituales que la pareja escoja, libre voluntaria y espontáneamente, con conciencia y amor. Luego que ya esta esto hay que abonarlo día a día, el auto-reconocimiento es parte fundamental del fortalecimiento de la relación, la comunicación que tanto se dice, poder señalar lo que nos incomoda sin sentir o pensar que eso incomodara a nuestra pareja, va a abonar mucho en la relación, permitirse romper con lo que a mí me gusta frente a lo que me disgusta, aferrarse a lo que nos gusta en la relación no necesariamente es fuente de satisfacción, ya que habar momentos en que no podamos satisfacer eso, por eso la flexibilidad frente a las creencias es un valor a desarrollar, ojo sin que esto signifique pérdida de identidad. Estar dispuestos a aprender sin consentir, cada miembro de la pareja defenderá sus creencias racionalmente o a veces irracionalmente, es parte de lo que cree que es, hasta que dejamos que sea el amor el que fluya, si amamos a nuestra pareja ¿por qué pelearnos por lo que creemos y no unirnos por lo que sentimos?
El mejor abono para el amor en pareja es el amor propio compartido en la magnitud que lo tenemos.
GET
Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
Comentarios
Publicar un comentario