Como suelo afirmar, “la autoestima” es el mejor afrodisíaco de los seres humanos, el fortalecimiento del amor propio se desarrolla desde que estamos en el vientre materno y durante toda la infancia, se fortalece en la adolescencia, el ser aceptados y aceptarnos como seres únicos en este mundo de 7 mil millones de seres humanos únicos, es algo complejo de entender, se nos hace creer que somos iguales, más la identidad es única, eso suele confundirnos.
Hay momentos en que nos reconocemos únicos, pero por la aceptación social solemos imitar comportamientos o costumbres de otras personas; “que se dice sirven para parecer seguros de nosotros mismos”, eso no es algo que sea muy eficaz de manera permanente, la forma adecuada para mejorar día a día nuestra autoestima es la reflexión con amor, sentir amor en nosotros sin justificar la creencia de que no nos amamos por el hecho de que no recibimos amor.
La confianza en
uno es algo que contribuye a reforzar nuestra autoestima, en muchos casos aprendimos
a ser calificados o descalificados por las personas de nuestro alrededor y nos
creemos la historia de que mientras más amamos a la persona que nos califica o descalifica
es que nos sentimos: “peor o mejor”.
Aunque somos nosotros los que al final decidimos en nuestro interior que nos afecta, como decidimos creer que son los actos, palabras o ideas de los demás los que gobiernan nuestra realidad, así nuestra confianza está gobernada por los demás y no por nosotros, si decidimos dejar esa comodidad y empezar a ser dueños de lo sentimos, la autoestima florece, el amor que habita en nosotros es el que regula las ideas que nuestra razón elige para explicar la realidad externa, es así que si nos amamos a nosotros mismos vamos a amar a los demás de igual manera, “ni más ni menos”.
UNA PERSONA CON AUTOESTIMA ADECUADA ASUME LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE PIENSA, DICE O HACE, SE SINTONIZA CONSIGO MISMA Y CON SU ENTORNO SIN COMPETIR PARA SER ACEPTADA.
Aunque somos nosotros los que al final decidimos en nuestro interior que nos afecta, como decidimos creer que son los actos, palabras o ideas de los demás los que gobiernan nuestra realidad, así nuestra confianza está gobernada por los demás y no por nosotros, si decidimos dejar esa comodidad y empezar a ser dueños de lo sentimos, la autoestima florece, el amor que habita en nosotros es el que regula las ideas que nuestra razón elige para explicar la realidad externa, es así que si nos amamos a nosotros mismos vamos a amar a los demás de igual manera, “ni más ni menos”.
UNA PERSONA CON AUTOESTIMA ADECUADA ASUME LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE PIENSA, DICE O HACE, SE SINTONIZA CONSIGO MISMA Y CON SU ENTORNO SIN COMPETIR PARA SER ACEPTADA.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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