Uno de los
aspectos más complicados que refieren la mayoría de madres y padres es poder
hablar de sexualidad con sus hijas e hijos, esto aunque en las últimas décadas
se ha proporcionado información sobre algunos aspectos de la sexualidad humana,
aun en nuestros días se mantiene el aspecto vergonzante y de diversos mitos
sobre la sexualidad, hay cuestionamientos que se hacen las madres y padres de
familia como: ¿Cuál es la edad correcta para hablar con sus hijos? ¿Cómo hacer
para responder a preguntas que tiene que ver con el sexo? ¿Es el papa quien
“debe” hablar con el niño y la mama con la niña? ¿Es mejor que sea en la
escuela que le enseñe sobre sexo? Etc.
Son muchas las
preguntas que se hacen más estas son unas de las más comunes, se suele reducir
a la palabra sexo, el aspecto de la sexualidad Humana, es ahí donde juntos nos
toca mejorar el discurso cotidiano, regularmente en nuestro diario vivir
hablamos de sexo cuando nos referimos al acto sexual, a los genitales y a la
actividad genital coital, mas es algo que reduce lo que es la sexualidad
humana, de ahí que cabe invitarnos a adoptar el vocablo, sexualidad para
referirnos a las diversas expresiones que tiene el ser humano en su desarrollo
de vida y que involucra el afecto como el componente mayor, la sensualidad, el
erotismo, la planificación familiar, la construcción de las relaciones de
pareja, la educación afectiva de la familia. Como podemos ver esto abarca un
espectro mayor que solo referirnos al “sexo”.
Cuando hemos
logrado expandir nuestro visión de lo que es la sexualidad y se reconoce que
los seres humanos nacemos sexuados y morimos sexuados, vamos a poder detenernos
en torno al ¿Cómo queremos afrontar nuestras sexualidad despierta?, esta
pregunta se la planteamos a madres y padres que teniendo hijas e hijos pequeños
están en el dilema de la educación de sus hijos y que como aman o dicen amarlos
pretenden educarlo de la mejor manera. Se suele hablar de una educación con y
en valores, eso es adecuado, la sexualidad es un valor humano que no es posible
evadirlo, mas hasta hoy se lo suele dejar de lado por el miedo o la culpa que
significa hablar de sexualidad, es entonces que vamos a plantearnos ¿Con que
emoción vamos a educar y acompañar los valores a compartir con nuestras hijas e
hijos? Seguramente se responderán que con ¡amor!, si deciden educar con amor en
sexualidad responsable, entonces esa será la mejor base que se les proporcione
a las niñas y niños, como el amor como aliado la autoestima de mamá y papá se
fortalecen y así la vergüenza, el miedo y la culpa se quedan fuera del proceso educativo,
es gracias a la autoestima de cada ser humano que se puede hablar de
auto-valoración, de amor propio, esta es la base de la sexualidad consciente que
desarrolla los niveles adecuados de afectividad en cada niña y niño, para ello
se requiere que los mitos y creencias no sean un peso en la vida de sus
portadores, mamá y papá, elaborar la moral familiar basada en amor ayuda que
desde los primeros años de vida sus hijas e hijos puedan disfrutar de seres
humanos que al sentir amor lo comparten desde el ejemplo y no solo desde la
palabra, recordemos que aunque las niñas y niños no conocen muchas palabras y
menos las entienden si sienten todo lo que ocurre a su alrededor, así aprenden
todo lo que ocurre a su alrededor, si mamá y papá, cargan encima muchos
prejuicios y mitos sobre su propia sexualidad y sobre la sexualidad en pareja,
entonces eso será lo que estarán enseñando aun sin querer hacerlo.
Con lo anteriormente
dicho la mejor recomendación para poder comunicarnos con niñas y niños sobre
sexualidad es reeducarnos los adultos para educar a los niños, el dilema tiene
una solución que aparenta ser sencilla, mas es súper complejo que
voluntariamente cada ser humano madre y padre decida detener, entender y
mejorar su percepción de la sexualidad para su propio bienestar y para
proporcionarle una educación sexual integral a sus hijas e hijos, esto no
quiere decir que no sea posible, y es posible en la medida que voluntariamente
cada persona asume su responsabilidad frente a lo que se piensa, se dice y se
hace, al sintonizarse personalmente podrá afrontar los límites del
conocimiento, ya que muchas personas no poseen la información para
proporcionárselas a sus hijas e hijos pero estarán dispuestas a aprender en la
medida que la sexualidad humana no sea algo vergonzante en sus vidas y dejen de
lado el mito de que la sexualidad es mala o pecada y asuman que es en la
actitud y el uso de la sexualidad que muchas veces se la percibe como algo malo
o bueno, regularmente la falta de conciencia y responsabilidad en las
manifestaciones sexuales son las que hacen que se la perciba como algo “malo”,
más si logramos reconocer que es algo voluntario y multidimensional que no solo
tiene que ver con cuerpos, desnudes o posiciones durante el acto sexual, o de
enfermedades, sino que el afecto es la base primordial de la sexualidad humana
y que antes de pensar en enseñar sobre como “protegerse” hay que enseñarles a
nuestras hijas e hijas ¡COMO AMARSE! Si se aprender a amar a sí mismos es más
probable que amen a los demás de la misma manera, esto da una base de confianza
y amor y no de miedo y culpa, si la base es amor, esto es la mejor protección
de posibles daños futuros y es más seguro que al amarse a sí mismo busquen la
información adecuada y se relacionen con personas que tengan el amor como base
y si alguna persona no estuviese sintonizada con el amor, así como se dice que
lo malo se aprende, también estas niñas y niños educados en y con amor
contagiaran a quienes no tuviesen la oportunidad de aprender desde este enfoque
humano.
Apostar a una RE-EDUCACIÓN con amor asegura que la sexualidad integral consiente se propague,
al hacerlo no es algo que se sienta como obligación es que nazca la actitud
voluntaria de compromiso como madre y padre primero consigo mismo y luego con
aquellos que sin pedir estar en este mundo nos premien con el título de madres
y padres, al compromiso ser doble es más fuerte el impulso que nos mueve a
mejorarnos como seres humanos, esta es la base de una educación sexual integral
despierta o consciente que al edificarla en cada persona, en cada pareja, en
cada familia, se consolidara en el sistema social, liberando a muchas niñas y
niños de proceso violentos que hasta hoy vivimos y que no se atinan soluciones
para frenar y disminuirlos, luego de consolidar las bases la comunicación se
desarrolla de manera fluida, se logra
acudir a asesorías profesionales en las que la información receptada será
compartida con las hijas e hijos que la vida nos prestó para construir mejores
seres humanos con amor.
Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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