Creyentes y no
creyentes celebran en estas fechas, las emociones se desbordan y compartimos
con los seres que amamos o decimos amar, lo rico de estas festividades es poder
entender lo que sentimos sin que eso nos mortifique, aclarar lo que pensamos o
suponemos, aprovechar la época de tranquilidad para poder replantear lo que
ocurrió durante este año.
Ahora nos
preparamos para recibir un nuevo año y cada uno tiene sus propios planes, será
enriquecedor que nuestros planes personales los coloquemos en la mesa de la pareja
y la familia y juntos construyamos propósitos para el nuevo año, eso haría que
nuestros buenos propósitos se mejoraran, si algo no gusta de lo que se aporta,
aprenderemos en el ejercicio a comunicarnos, mejorar la paciencia y a conocer
mejor a los seres que amamos, es importante permitir a todos los miembros de la
familia participar, incluyendo a los niños, no se somete a votación las ideas,
se las recoge todas y se suman en un plan conjunto, unas servirán de manera
personal y otras servirán para todo el sistema familiar, incluso contribuirá a
mejorar el mundo, la realidad la vemos cada uno desde lo que somos, cada uno
decide construir su propia realidad, solo hay que ser responsable y asumir las
consecuencias de nuestras decisiones, el amor como sentimiento nos da la fuerza
para soportar nuestras decisiones sin culpar a otros de ellas, felicidades para
el nuevo año, un fuerte abrazo.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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