En el proceso de
elección y consolidación de la relación de pareja se viven diversos momentos
que en muchas ocasiones hace que se cuestione si la decisión tomada es la
correcta o si la persona a la que se eligió es la adecuada, más que evaluar o
diagnosticas aquello, lo que vamos a hacer es reflexionar el proyecto de vida
compartido con la persona que se dice, se cree o se siente amar.
Sin que sea la
receta mágica que muchas personas esperan para recatarse a sí mismas de haber
sumido la relación de pareja en cualquier cosa menos en el ideal que se
“habían” propuesto, vamos a darnos cuenta como un proyecto compartido permite
enriquecer en vinculo, al hablar de proyecto se considera todo ej.: un trabajo
en conjunto, criar una mascota, alguna picardía, un “enemigo” en común, líos
familiares, ideales sociales, etc. Considerando que el proyecto sea algo que
logre enlazar intereses comunes, no así si lo que para uno es un proyecto súper
interesante para la otra persona es una amenaza a sus creencias o interés
personales.
El crear o
construir proyectos de vida compartidos es lo que toma la forma luego de
compromiso o matrimonio, sin que se sienta obligado el ser humano que decide
apoyar ese proyecto ya que al involucrarse y formar parte de se fusiona en el
propósito que implica la actividad, a veces se suele cometer un error y los
proyectos son tan rígidos que al llegar a su objetivo se termina con la
relación, lo interesante de este ejercicio consciente para consolidar relaciones
de pareja es que no es algo exclusivo o excluyente, mientras más integrador y
cocreador sea el proyecto más se enriquece el vínculo que se va desarrollando,
inclusive en el camino del desarrollo de los proyectos de vida compartido se
van creando más proyectos compartidos y cuando se dan cuentan ya han pasado
muchos años sin que estos pesen en aspectos “negativos” sino que son aportantes
de más oportunidades en el diario vivir de la relación de pareja que también es
un proyecto de vida.
De lo que se conoce
aunque existan múltiples complicaciones o distanciamientos dentro de la pareja,
hay proyectos de vida que logran disminuir los niveles de apatía o conflicto,
estos regularmente suelen ser proyectos basados en amor o afecto, de ahí que se
suele creer que al tener un hijo la relación de pareja puede mejorar, en muchos
casos suele ser así, siempre y cuando se permitan aportar en dicho proyecto
algunas recomendaciones de parte y parte, en otros casos este tipo de situación
no da los resultados que se espera. Recordemos que el proyecto a más de ser
compartidos no tiene que ser excluyentes ni se tiene que percibir como
obligado, es más un evento que nos invite desde el sentir y no desde el pensar,
la aproximación sin la intención de poseer a un ser humano como si fuese una
cosas hace que cualquier proyecto se torne invitador, más si de por medio
existe una actitud en la que por debajo hay la intención de poseer, puede que
resulte un tiempo, mas luego saldrá a flote la intencionalidad subyacente. Un
proyecto compartido sirve para mejorar y consolidar relaciones de parejas y
familias en la medida que sea honesta y
coherente la posición que adopte quien propone el proyecto, se consolida acorde
el sentimiento que se aporte, miedo, culpa amor etc., sugiero que si quieren
vivir relaciones basadas en amor, usen ese sentimiento desde su sentir y no
desde lo que se piensa que es amar, los resultados del proyecto compartido no
es lo que interesa, es el recorrido lo que hace de este un proyecto exitoso o
exitoso desde cada punto de vista.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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