Hace poco más de tres meses mi hijo y yo
experimentamos la pérdida de su padre, mi esposo. Murió a causa de un asalto,
mi hijo tiene nueve años, pero desde entonces no llora pero está como encerrándose en una burbuja, muy triste pero callado. He pensado en llevarlo a un psicólogo
porque me preocupa que esté así, además no quiere comer y en la clase, él que
era tan animado ahora ha perdido el interés por estudiar. Él adoraba a su padre
y no sé qué hacer. Atte. Fátima.
Respuesta:
Estimada
Fátima, aunque no tengo el gusto de conocerte personalmente ni a tu hijo,
presento mis condolencias por la pérdida física de tu esposo, suponer lo que
sientes seria ofender tu etapa de luto, solo tú y tu hijo saben lo que sus
sentires experimentan, entender cómo te sientes frente a la perdida eso si me
es posible, Un abrazo con afecto que reconforte tu herida es lo que es estos
instantes comparto.
Frente
a tan catastrófico acontecimiento se presenta una crisis en tu sistema
familiar, esto hace que los cambios experimentados y manifestados por ti y tu
hijo sean parte del proceso de transición entre lo que era la familia con tu
esposo presente y el ahora que es sin el físicamente en su familia, hacer el
luto tomara un tiempo en el que se presentaran los síntomas que manifiestas.
Para
que el luto se vaya atravesando favorablemente, por así decirlo, para que
ustedes logren continuar con sus vidas, hay que expresar todo lo que está aún
pendiente entre ustedes y quien partió fruto del evento delincuencial. Para que
la resignación llegue hay que hacer muchas estrategias que puedes realizar, una
de ellas es hacer una lista de cosas pendientes que se quedaron por hacer con
quien falleció, esto sirve para poder exteriorizar frustraciones que estén
reprimidas.
Con tu
hijo hagan una carta de lo que quisieran decirle a papa como una despedida, en
ella escribirán todo lo que quieren expresarle como si estuviera un instante
entre ustedes, al inicio será complicado ya que no será fácil decirle adiós,
esto tomara el tiempo necesario para que ambos acepten que aunque físicamente
ya no está, lo que el sembró en sus corazones vivirá en cada acción que
realicen ustedes, se pueden ayudar con fotos o sitios donde acostumbraban
frecuentar, la aproximación en cuanto a hacerlo depende de sus recursos
emocionales, no hay un tiempo desde la visión de los otros, son ustedes los que
sabrán afrontar en la justa medida esta situación, es el amor que hay en cada
uno el que va a ayudar a afrontar la transición entre la tristeza y la
resignación, cuando ya esté hecha la carta de despedida en la coloquen todo lo
que ustedes sienten al final de ella seguro será el amor quien hable, pueden
luego llevarla juntos al sitio donde lo sepultaron y leerla juntos si es que
hicieron una carta conjunta o cada uno individualmente si así lo decidieron, de
ahí la pueden quemar o guardar, el quemarla podría interpretarse como si la
enviarán directamente a él, es algo simbólico que tendrá el efecto que ustedes
quieran que tenga, libera el miedo y la tristeza a la perdida y le da el
espacio que corresponde al ser amado en sus vidas en este nuevo momento en el
que la realidad es la que están viviendo y no se atrapan en lo que pudo ser y
no fue.
Para
finalizar, si es una buena opción que tomen una terapia de familia para que
superen definitivamente cualquier situación que no pudiesen solucionarla con
los recursos emocionales personales y que requiera asistencia profesional
adecuada, esto en caso que así lo consideren ustedes.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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