Cuando en la relación
de pareja se genera una disfunción sexual hay que revisar cómo se plantea la
consulta, si lo hace la pareja, esto es los dos, se considera que están
trabajando el proceso de mejoría como relación, si lo hace individualmente un
miembro de la pareja, eso ya nos da algunos datos sobre qué es lo que está
sucediendo, además, si son ellos los que pregunta hay un tipo de información
que podría compartirse y si son ellas, que es lo más frecuente, entonces las
respuestas serán para afianzar la autoestima de las mujeres, ya que una gran
mayoría de hombres y mujeres desde la perspectiva social que predomina, creen
que la responsabilidad de mantener el deseo en la relación de pareja recae en
ellas, además suelen afirmar y responsabilizar que la no existencia de
erección se debe a que ellas ya no
resultan interesantes o atractivas, y les venden toda una gama de ideas para
que se vuelvan más deseables.
La realidad es que el deseo hay que evaluarlo
desde la individualidad, si no hay ningún malestar físico y todo funciona a al perfección
en cada uno, entonces se trabaja la relación de pareja como una unidad, los
vínculos relacionales, las actitudes, su comunicación, etc., son parte importante de
la actividad sexual de pareja, cosa que no se vende en un spa, la autoestima no
viene con maquillaje, una esposa, que atiende a sus hijos todo el día, cocina
para su esposo esta sudada y cansada recibe al marido con un abrazo amoroso y
le dice al oído que así cansada como esta lo ama y desea; no deja de ser
deseable en una relación en la que los niveles de funcionalidad están adecuados
y se sintonizan no por apariencias externas sino por afectos y sentimientos.
Con esto pretendo
decir que si hay un bajo deseo sexual, después de revisar que no hay algún problema
de salud, en el 70% de los casos aproximadamente la disminución se da por problemas en la relación
funcional de la pareja y su comunicación no adecuada, esto de manera integral,
no solo como se pretendía hacer creer hasta hace algunos años, que era un tema
aislado y que se reducía a el aspecto físico, inclusive un hombre con algún
trastorno fisiológico o condiciones cardiacas o de diabetes, no se desmejora su
vida sexual de pareja si esta se acopla a la realidad actual de salud del ser que se
dice o se cree amar, lo que si suele suceder cuando se deja que los miedos y
las creencias gobiernen las realidades personales y contaminen la realidad de
la pareja.
Con lo expresado anteriormente no pretendo decir que
hay que andar mal olientes o desgreñados, eso ya es un tema de higiene
personal, pero dentro de los estándares de higiene que cada persona maneja, hay
que coconstruir relaciones basadas en afecto y amor, que son parte de la
sexualidad humana, con una autoestima personal adecuada para ser deseados por
nuestras parejas, el mejor afrodisiaco es la autoestima.
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Autor: Gino Escobar Tobar
Contacto con el Autor:
Email: ginokevi@yahoo.com
Twitter: https://twitter.com/GINOBUDISTA
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