MUNAJA

Regularmente la educación que solemos recibir sobre sexualidad de pareja suena con mucha fuerza en la voz del miedo, como una alerta que nos hace estar expectante en que si se mantiene relaciones sexuales corres peligro, esto es toda una estrategia que no corresponde exclusivamente a la sexualidad, es una forma de educación ancestral inadecuada basada en el miedo, es cuestión nuestra mejorar esa forma por una basada en el amor y la responsabilidad.  Toda práctica de vida acarrea niveles de riesgo, unas más y otras menos, es la responsabilidad que asumamos de manera consciente en nuestros actos, pensamientos y palabras lo que hace que esos riesgos sean más o menos complicados, por ejemplo: si como pareja decidnos realizar fantasías que nos exponen socialmente, como mantener relaciones sexuales en el carro, al aire libre etc., esto puede conllevar a que seamos descubiertos y que alguna autoridad nos sancione, así las gratificaciones pueden revertirse en insatisfacciones, y e

Los seres humanos somos seres complejos multidimensionales, y cuando vamos a coconstruir una relación de pareja, muy pocas personas se detienen para despertar desde una visión integral su proceso de selección, esto no es excusa para decir que no podemos, lo que sucede es que es más cómodo seguir los formatos y recomendaciones del sistema de creencias y de la cultura, como todo lo que es impuesto y cómodo luego nos pasa la factura, desde hace algunos años las relaciones de pareja se enfrentan a una presión interna que no alcanza a ser entendida desde los cánones que antes la regulaban y se tiende a justificar desde la culpa que son las generaciones actuales las que han desvalorizado la relación de pareja y el matrimonio. De ahí que lo que sugiero es que nos cuestionemos: en el caso de los que ya tiene pareja ¿para que eligieron pareja? Y en el caso de los que aún no tiene pareja¿ para qué elegirían pareja?, esto parecería algo muy racional y contradictorio en el esquema hu

Acabo de tener un bebé. Tiene tres meses y durante todo este tiempo permanecí junto a él en casa. Hace una semana me restauré a mi trabajo, pero se me parte el alma dejar a mi hijo en casa. He llegado a deprimirme mucho y lo extraño. Cómo puedo superar esta fase? Es normal que me sienta tan mal?  Respuesta: Hola Priscilla, felicitaciones por tu bebe y el vínculo de afecto que describes, denominar normal a un evento único es desgastarlo, hay muchas mujeres en el planeta y quizás algunas pasen situaciones parecidas pero al analizar el contexto global son únicos, lo que te puede servir saber es que cuando se da a luz un bebe y se da de lactar generas una hormona llamada oxitoxina que sirve de ayuda para consolidar los vínculos afectivos en los seres humanos, se la llama también la hormona del apego o amor, esto sumado a los sentimientos y afectos que trae cada ser humano hacen una mescla que en muchos caso genera esas sensaciones de no querer despegarse del ser a